domingo, 14 de noviembre de 2010

Esta vez el otoño no es para ustedes, es mío.


Somos jóvenes y eso, no me preocupo mucho por tu partida con alguién que pareciera mejor que yo, además, probablemente seamos impares en el vasto y no estoy segura de que vayamos juntos.
No hay que alterarse ahora, no hay que molestarse ni entristecerse simplemente, ser.
Con el ser aprovechamos Nirvana, formamos parte de la Resistance junto a Muse y apreciamos un poco la maldad de Rosemary; nos enamoramos de Benedetti, soñamos con Roma, Taipei y New York, creemos que lograremos ser alguien, pero mientras tanto nos hacemos amigos de Summer y le tenemos empatía aunque haya jodido a Tom.Quizás hasta llegue alguien que forme parte de una banda y nos pregunte, con qué personaje nos sentimos identificados, escuchamos las sabias palabras de Fito y pensamos, eso me está pasando a mí, sigue cantando para ver si me brindas una solución(nunca nos la da, nosotros la inventamos a partir de una frase como "tendré que hacer lo que es y no debido, tendré que hacer el bien y hacer el daño"). Nos exaltamos en los conciertos como si las canciones fueran nuestras, y es que de alguna manera lo son. Cuando llega el momento de salir tenemos diferentes expectativas que casi nunca se cumplen por cierto y pensamos bueno la semana próxima.
Quizás los primeros 10 no fueron míos en su totalidad pero los que vienen sí.
Los que vienen esperan mucho de Tarantino, Kubrick y Scorsese, esperan embriagarse de Cadenas, Benedetti, Neruda y Bécquer, esperan aprender de la visión de Jeremy Cowart, Eric Ryan Anderson, y Carl Kleiner, esperan pasar horas frente a la pantalla admirando la genialidad de los diseñadores que nos regala SU, esperan admirar más de lo feo y menos de lo hermoso. Abrumarse con las palabras de Camus y tratar de entender las supuestas incoherencias de Ionesco.
Esperan esperar y no buscar, tropezar y no encontrar. Esperan ser menos obvios y más interesantes.

Esperan menos pero quizás tengan más.

No hay comentarios: